El Rol del Logoterapeuta:
“La logoterapia no es ni labor docente ni predicación. Está tan lejos del razonamiento lógico como de la exhortación moral. Dicho figurativamente, el papel que el logoterapeuta representa es más el de un especialista en oftalmología que el de un pintor. Este intenta poner ante nosotros una representación del mundo tal como él lo ve; el oftalmólogo intenta conseguir que veamos el mundo como realmente es. La función del logoterapeuta consiste en ampliar y ensanchar el campo visual del paciente de forma que sea consciente y visible para él todo el espectro de las significaciones y los principios. La logoterapia no precisa imponer al paciente ningún juicio, pues en realidad la verdad se impone por sí mis-ma sin intervención de ningún tipo.”
–Víktor Frankl, El Hombre en Busca de Sentido, pág. 154-155
El Rol del Logoterapeuta, según los autores.
Efrén Martínez– considera que la personalidad del terapeuta casi podría mencionarse como la principal técnica en logoterapia.
En su libro, Psicoterapia y Sentido de Vida destaca que la logoterapia reclama de cada logoterapeuta “humanismo, creatividad, sensibilidad, afán investigativo, formación profesional y humildad. Además de competencia técnica –formación académica, investigativa, de habilidades y destrezas frente a la terapéutica a realizar y competencia de experiencia –referentes a las vivencias del logoterapeuta-.
Claudio Garcia Pintos: En cuanto al rol del logoterapeuta “Lo ideal sería poder funcionar, en tal caso, como un haz de luz que lo ayude a ver los contornos de su deber- ser con buena fidelidad, estimulando el descubrimiento de su intencionalidad, promoviendo la “conciencia del deber” y no la conciencia de la obligación” (García Pintos). Debemos tratar de proveerle los medios para que pueda conectarse con su deber ser y desarrollar su conciencia del deber para garantizar su cumplimiento.
Guillermo Pareja Herrera propone que la función fundamental del logoterapeuta es responder con toda su humanidad al encuentro con el paciente en vistas de acompañarlo en su proceso de búsqueda, descubrimiento y realización del sentido de su vida. Como funciones específicas, destaca:
1. Comprender a la persona que acude como un ser-en-el-mundo y por ello dar especial énfasis al encuentro humano que se facilita con el empleo de algunos recursos técnicos.
2. Favorecer la corresponsabilidad en la relación donde lo importante es la dimensión humana del encuentro (iluminación de la existencia).
3. Favorecer la creciente autonomía de la persona dado que el punto de partida es asumir que la persona ha de hacerse responsable de su existencia por medio de sus opciones libres.
4. Favorecer la libre y fluida expresión de los sentimientos, emociones, experiencias, conductas y conclusiones de la persona que acude (a través de su proceso de autoexploración y análisis) como un modo de responder a las exigencias externas y a las internas. Estas respuestas han de brotar desde el centro de la persona, donde se construye el propio proyecto existencial.
5. Cuando el logoterapeuta lo crea conveniente puede compartir el núcleo de sus propias experiencias personales. Lo que sí se espera del logoterapeuta es una actitud básica de apertura, cercanía, genuinidad y respeto.
Efrén Martínez complementa este aporte y agrega algunos lineamientos respecto al proceder del logoterapeuta:
- Debe basarse en conceptualizaciones individuales evitando la generalización que pueden dar los diagnósticos.
- Debe trabajar conjuntamente los ob-jetivos planteados en compañía del consultante, evitando la imposición de los mismos.
- Es deber del logoterapeuta respetar la libertad-responsable del consultante, evitando movimientos que generen dependencia.
- Debe autorreferenciarse constantemente en pro de una sana relación terapéutica.
- Los movimientos terapéuticos del logoterapeuta deben ser prudentes, siendo estos acordes al momento enel que se encuentre el consultante.
- Debe tener introyectada su formación técnica sin olvidar su ser persona, para que pueda centrarse en el consultante, evitando perder de vista a la persona que tiene en frente por estar pensando en la pregunta o técnica adecuada.
- Debe reconocer sus propios límites intentando no asumir que puede saberlo todo o hacerlo todo.
- Debe cuidarse a sí mismo, evitando el burn out, la codependencia y la pedestalización propia.
- Debe trabajar sobre sí, pues es un ser inacabado, en continua construcción.
- Es ante todo un ser humano, no un héroe, ni un ser sobrenatural, con derecho a sentir y a experimentar la soledad del cognoscente frente a los límites impuestos por la vida.
La Dra. Elizabeth Lukas desarrolla una serie de enunciados contradictorios que sirven para definir el rol del logoterapeuta, estos son:
- El logoterapeuta tiene que ser pesimista y optimista: No negar la realidad trágica del sufrimiento pero disponerse a abordarlo desde la confianza y los recursos personales del paciente.
- El logoterapeuta debe buscar las causas y debe saber ignorarlas, en pos de ayudar al paciente a que las descubra y descubra el sentido de lo qué le pasa.
- El logoterapeuta debe comprender a quien nunca ha tenido la oportunidad de una evolución sana, pero también a las personas que la han tenido, pero no la han aprovechado. Cualquier “tipo” de sufrimiento es digno de acompañamiento.
- El logoterapeuta debe tener un sistema de valores propio, pero debe respetar el de los demás.
Referencias bibliográficas acerca del Rol del Logoterapeuta:
Autores Varios; “Logoterapia en Acción”, Editorial San Pablo, 2009.
Pareja Herrera, Guillermo; “Comunicación y Resistencia”, Editorial San Pablo, 2007.
Martínez, Efrén; “Psicoterapia y Sentido de Vida”, Ediciones Colectivo Aquí y Ahora, 2005.