La filosofía Existencial y La Logoterapía
El Existencialismo no existe como teoría filosófica propiamente dicha, más bien es un conjunto de autores que piensan y viven existencialmente; y surge durante la primera mitad del siglo XIX, emerge como ruptura a lo desarrollado desde Platón y Aristóteles hasta Hegel. Cuestiona todo lo que creemos que sabemos. En esta corriente encontramos tanto a filósofos Teísta y Ateos.
Hegel representaba al racionalismo en el siglo XIX, creía que ya respondía a todas las preguntas. En aquella época se vivía la época victoriana, llenas de normas. Asimismo en lo económico se vivía la época de la revolución industrial, el hombre se robotiza y es mecanizado, abandonando el campo. El hombre se neurotisa.
El existencialismo es una protesta contra la despersonalización, y considera al hombre como el actor de su propia historia. Quieren abandonar la actitud distante de la filosofía tradicional que analiza al hombre como espectador de los acontecimientos.
La Filosofía existencial se inicia con el filósofo Danés Søren Kierkegaard quien se indignó ante las ideas de Hegel, a quien le interesaba más las grandes líneas de la historia, y pensaba que este tipo de pensamiento habían ahogado la responsabilidad del individuo sobre su propia vida. Kierkegaard es considerado el padre del existencialismo.
El Existencialismo comienza en el período de entre guerras y tiene su máximo momento de esplendor tras la segunda guerra mundial. Es habitual señalar a Søren Kierkegaard (1813-1855) como un precursor de esta corriente; el propio Jean-Paul Sartre (1905-1980), en su obra “El existencialismo es un humanismo”, destaca dos versiones en este movimiento
- El existencialismo católico: Karl Jaspers (1883-1969) y Gabriel Marcel (1889-1973);
- El existencialismo ateo: en donde sitúa a Martin Heidegger (1889-1976) y a su propia filosofía.
Otros Filosofo importantes de esta corriente son: Ludwig Biswanger en Suiza, Albert Camus, Luis Lavelle en Francia y Miguel de Unamuno, Ortega y Gasset en España. Y por supuesto al gran Nietzsche
El existencialismo gira en torno a las siguientes ideas:
- Existencia
- Trascendencia
- Ser-en-el-mundo
- La angustia
- La nada
- La muerte.
La Existencia:
El Existente es el que se encuentra a sí mismo; y es el hombre el único que EXISTE. Los animales y las plantas solo viven, ya que tienen una esencia definida; en cambio la esencia del hombre se va construyendo en el camino, y no es nunca definitiva. Nuestra esencia no es la misma de ayer, ni la de mañana, esta va cambiando. (Para Sartre la esencia del hombre es La Libertad).
El existencialismo va a desechar el concepto de esencia que se tenía hasta ese momento. Para los filósofos griegos, la esencia era lo que daba característica a los objetos, en el hombre era el alma y en los objetos sus características.
La Filosofía existencial se dirige hacia adelante. El hombre no tiene una esencia que le determine a ser o a comportarse de una manera concreta, sino que él mismo es su propio hacerse, su propio existir. Existir es sinónimo de hombre.
La Trascendencia:
Estamos vinculados necesariamente a la naturaleza, y este vínculo es de ida y vuelta, es una relación existencial entre uno y el otro.
Existir es salir y trascender, es salir de mí para ir al encuentro de otro. Siempre Yo vivo en relación con otro. Todo el tiempo estoy trascendiendo.
SER-en-el-mundo
Según Heidegger “ Yo soy un EINGENWELT”, soy una totalidad. Para la filosofía soy YO ubicado en un tiempo y un espacio que está en constante cambio. El Yo está ubicado en una situación y espacio.
Ser-en-el-mundo no solo es en situación sino tambien en relación, existir significa salir de mi para ir con el mundo. Soy un desarrollo, en constante tensión con el estímulo del mundo que viene hacia mí. Aquí tenemos que se va originando una vinculación que se va desarrollando poco a poco.
Ser en el mundo “El Daseim”, es esa lucha diaria de la vida por hacerme en cada diálogo, en cada acción que tome, y siempre habrá cosas que me limitan. La única tarea que tengo en la vida es construirme.
La Angustía y la nada:
Es la postura del hombre cuando se encuentra ante la nada (la muerte, lo incierto). Nos angustiamos cuando tenemos que elegir, ya que le vamos a decir “No” a una posibilidad, en ese momento de mi vida se origina la gran conmoción de decidir. La angustia se da a nivel existencial (es diferente de la duda). La angustia existencial es la postura del hombre cuando se encuentra ante la nada.
La nada es “No Ser”, opuesto a lo que Soy hoy; uno puede caer en la inautenticidad cuando me dejo llevar, no quiero elegir, dejo de pensar, ya no elijo y ya no decido. Soy los que otros dicen que debo hacer. Lo inauténtico no es siempre malo, hay que buscar que la inautenticidad no se dé en el vínculo ( el 90% de las acciones de una persona actual, normalmente es inauténtica).
La grandeza del hombre reside en que sabe que va a morir, pero sigue viviendo.
La Muerte:
“Cuando nacemos, somos lanzados al mundo. Nosotros, por sí solos, no podemos nacer” Tenemos un punto de nacimiento y de muerte, y la muerte se comporta como un motor. En ese lapso yo tengo que hacer, tengo la obligación de construirme. El Yo tiene un plexo de posibilidades, nos toca a nosotros que ese plexo de posibilidades se haga realidad. Durante la existencia, no vamos a poder desarrollar todas estas posibilidades, pero si podemos hacer que estas se realicen en el nivel óntico, (No por mí sino por los demás) .
El existencialismo es una filosofía en primera persona, y en primera persona concreta, que pone en la filosofía todo lo suyo, y no elude el más difícil de los problemas, que es el de la existencia. Para el existencialismo, el punto de partida de la investigación filosófica es la existencia y no la esencia; en el orden lógico, la existencia es pues anterior a la esencia.
Esto no significa que el existencialismo sea una mera indagación de la existencia. Lo que el existencialismo se propone, como la filosofía tradicional, es responder a la pregunta: ¿Qué es el ser? La obra fundamental de Heidegger confiesa ese propósito desde el título, pues se llama «El ser y el tiempo»; la obra fundamental de Sartre se llama «El ser y la nada», y confiesa el mismo propósito; la última obra de Gabriel Marcel se llama, por la misma razón, «El misterio del ser». En todos los casos, de lo que se trata es de resolver el problema último de la filosofía; y en todos los casos, también, de lo que se trata es no de partir del «ser puro», abstracto, sino de la existencia humana, que es el ser concreto, y que es, además, el ser que formula la pregunta por el ser y no nada suyo, como exigía el pensamiento abstracto.
Característica del existente
Libertad: La existencia se funda en la libertad y es, por ello, un continuo proceso de liberación, un continuo ejercicio de sí misma. El hombre es el ser posible, posibilidad de sí mismo y, por eso, posibilidad de los mundos. Porque es posibilidad antes de todas las posibilidades, es libertad. Y esa libertad, que es ejercicio, es su propia liberación, su propia creación y creación de los mundos. Podemos, pues, decir que para el existencialismo el hombre es libertad creadora.
Cuidado: Existir es ser que se cuida de su ser. A la piedra, nada le importa de su ser; a la piedra, su ser, «ni le va ni le viene»; la piedra no se cuida de su ser. La piedra no existe, no es un ser de lejanías; a la piedra nada le es posible; la piedra no tiene que elegir nada, no tiene que elegir su ser, no tiene que crearse. Pero el hombre existe, está fuera de sí; por ello, no puede sino sentirse amenazado, siempre inseguro de ese su ser en permanente riesgo; y por ello el hombre tiene que cuidar su ser, poner curia en él (curia, lo contrario de incuria). El hombre, a diferencia de la piedra y de Dios, tiene que cuidar su ser, cuidarse de las cosas, cuidarse de sí mismo, cuidarse de los otros. Y ese cuidado forzoso, esa curia, esa cura, no le dan sosiego.