Primera premisa del sistema Frankliano : El hombre es un ser espiritual-personal
La Logoterapia refuta los sistemas cerrados (como el psicologismo, sociologísmo, fisiologísmo), ya que considera que estas vertientes no logran alcanzar la esencia del hombre. A estas perspectivas parciales del hombre la Logoterapia se opone con una afirmación anti-reduccionista.
El reduccionismo descubre al hombre y ve su humanidad en una sola dimensión, no considerando la pluralidad dimensional del fenómeno humano. El reduccionismo termina convirtiéndose en Nihilismo (que el ser humano carece de significado).
El reduccionismo nos lleva a aislar al ser humano en una sola dimensión, renunciando a la multiplicidad. En cambio la Logoterapia presenta una imagen Noética ó espiritual del hombre.
“Sólo poniendo la mirada sobre el ser espiritual, sobre su fundamental tensión a los valores y al significado, podrá develarse la significatividad de lo real y podrá aparecer, en toda su plenitud, el significado del ser”. Viktor Frankl – «El hombre doliente».
Cuando el reduccionismo ignora la dimensión espiritual del hombre, este rechaza el carácter intencional de sus actos.
Por esencia para Frankl, los actos espirituales son intencionales y esto quiere decir que ellos tienen un objeto hacia el que se dirigen intencionalmente.
Cuando el reduccionismo rechaza la intencionalidad termina por descuidar los valores y al hombre lo muestra como un objeto, y los valores que tiene un carácter objetivo, se conviertan en datos meramente subjetivos.
Para la Logoterapia, el entendimiento de Ser humano pasa por el hecho de considerarlo como un Ser espiritual.
Referencia: Viktor Frakl La Antropología como Terapia – Ricardo Peter