La tensión es un campo que se genera entre la tierra y el cielo, en donde el ser humano experimenta una inquietud natural propia de la búsqueda, la disposición a descubrir lo inédito, lo nuevo, lo original que proporciona plenitud. El hombre está llamado a ser aquello que aún no es, debe llevar a cabo su potencialidad y hacerse cargo de su proyecto personal. Si no se hace cargo, vivirá una vida inauténtica en la que solo satisfará sus necesidades básicas, pero las necesidades espirituales quedarán desatendidas.

La Tensión: Descubriendo lo Inédito para Encontrar la Plenitud

Para lograr ese propósito, es necesario que el ser humano vuelva a reelaborar y resignificar muchas situaciones de su vida, lo que producirá una atención a esas tensiones. En la terapia, se considera que estas tensiones son parte del crecimiento personal y se deben abordar para avanzar hacia la plenitud.

La tensión entre la tierra y el cielo representa la tensión entre lo que queremos y lo que debemos hacer. Es importante levantar la vista, hacerse las preguntas más profundas y resolverlas para poder avanzar. En este sentido, el trabajo con el proyecto personal es fundamental.

En la terapia, es necesario conversar y reflexionar sobre el concepto de la responsabilidad en la ejecución del proyecto personal. Es importante sembrar preguntas que tengan que ver con este tema para acompañar a las personas en su crecimiento personal. En definitiva, la tensión puede ser vista como un motor para la búsqueda de la plenitud y la realización personal.

Además, es importante mencionar que la tensión puede manifestarse de diferentes maneras, y que cada persona experimenta esta sensación de forma única y personal. Por ello, en la terapia es fundamental que se aborde la tensión de forma individualizada y se trabaje de manera específica en cada caso.

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Otro aspecto importante a tener en cuenta es que la tensión no siempre es negativa. Si bien puede generar cierto malestar, también es una fuente de motivación y de impulso para llevar a cabo proyectos personales y alcanzar metas. Por tanto, es fundamental aprender a manejarla y a utilizarla de forma constructiva.

En este sentido, la terapia puede ayudar a las personas a identificar qué les genera tensión y cómo pueden gestionarla de forma efectiva. A través de diferentes técnicas y estrategias, se busca que el individuo aprenda a reconocer las señales de la tensión, a identificar sus causas y a encontrar formas de manejarla de manera positiva.

En conclusión, la tensión es una sensación natural que experimentamos como seres humanos y que puede ser vista como una fuente de crecimiento y de motivación. En la terapia, se trabaja de forma específica en cada caso para ayudar a las personas a gestionarla de manera efectiva y a utilizarla de forma positiva para alcanzar sus objetivos y encontrar la plenitud.

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