Hoy profundizaremos en la visión del ser humano según Viktor Frankl, un pionero en el campo de la logoterapia. Frankl nos ofrece una perspectiva integral del ser humano, que abarca tanto la dimensión física y psicológica como la dimensión espiritual. Sus conceptos de existencia espiritual, noodinamismo facultativo y facticidad psicofísica nos ayudan a entender cómo cada persona tiene en su interior no solo la capacidad de actuar y sentir, sino también de encontrar un propósito y sentido en la vida.

Existencia Espiritual y Noodinamismo Facultativo

Comencemos con el concepto de existencia espiritual. En la logoterapia, el término “espiritual” no se refiere únicamente a lo religioso, sino al núcleo profundo de nuestra humanidad. Este núcleo es lo que nos permite buscar propósito, tomar decisiones y hacer preguntas fundamentales sobre nuestra vida, como “¿para qué estoy aquí?” o “¿qué sentido tiene mi vida?”. Esta capacidad de preguntarnos y de orientarnos hacia un propósito es la esencia de nuestra existencia espiritual.

Dentro de esta dimensión espiritual se encuentra el noodinamismo facultativo. El término “noo” proviene del griego y hace referencia a “espíritu” o “mente superior”. “Dinamismo”, por su parte, habla de movimiento o fuerza. En conjunto, el noodinamismo es la energía interna que impulsa a una persona a buscar un propósito o significado. Es “facultativo” porque no es automático; cada uno elige si activa o no su dimensión espiritual para encontrar sentido y dirección en la vida. En otras palabras, lo que verdaderamente nos faculta como seres humanos es esta capacidad de usar nuestro espíritu para tomar decisiones y responder a los desafíos de la vida.

Para entenderlo mejor, pensemos en una brújula. El noodinamismo facultativo es como una brújula interna que nos orienta incluso en momentos difíciles. Aunque atravesemos problemas físicos o emocionales, esta brújula espiritual permanece, recordándonos que siempre tenemos la capacidad de decidir y de actuar conforme a nuestros valores y deseos más profundos. En la logoterapia, esta brújula es el motor que impulsa nuestro desarrollo personal y nuestro sentido de unicidad.

Facticidad Psicofísica: Dimensión Psicológica y Biológica

Por otro lado, Frankl también reconoce nuestra facticidad psicofísica, que abarca los aspectos biológicos y psicológicos de nuestra existencia. La “facticidad” hace referencia a la realidad concreta en la que vivimos; son los hechos físicos y psicológicos que conforman nuestra experiencia cotidiana.

La dimensión biológica representa nuestro cuerpo, con sus necesidades básicas y limitaciones físicas. Este aspecto del ser humano incluye todo lo relacionado con la salud, el descanso y la supervivencia, factores esenciales que compartimos con todos los seres vivos.

La dimensión psicológica, por otro lado, incluye nuestros pensamientos, emociones y experiencias mentales. Es lo que nos permite percibir, analizar y responder a nuestro entorno de manera consciente. Esta dimensión está relacionada con nuestro crecimiento emocional y con la forma en que interactuamos con los demás.

Podemos visualizar la facticidad psicofísica comparándonos con una máquina compleja. Nuestro cuerpo, la dimensión biológica, es como el hardware que nos da la estructura física; la mente, la dimensión psicológica, actúa como el software que nos permite pensar, sentir y tomar decisiones. Estas dos dimensiones, biológica y psicológica, son esenciales y funcionan en conjunto, pero no definen todo lo que somos.

Más Allá de lo Psicofísico: La Dimensión Espiritual

Aunque la facticidad psicofísica es fundamental, Frankl nos recuerda que no se agota en ella la existencia humana. Es gracias a nuestra dimensión espiritual que podemos trascender la realidad física y psicológica y darle un sentido más profundo a la vida. La dimensión espiritual es la que permite a cada persona ir más allá de sus circunstancias y encontrar un propósito que dé significado a su existencia, incluso en los momentos de mayor dificultad.

Esta capacidad de trascender lo físico y psicológico es lo que convierte a la existencia humana en algo único. Mientras que la facticidad psicofísica nos conecta con nuestra realidad inmediata, el noodinamismo facultativo y la existencia espiritual nos impulsan a buscar y construir un sentido personal, a establecer un camino que refleje nuestros valores y aspiraciones más elevados.

Ejemplo Práctico: La Integración de las Dimensiones

Para ver cómo funcionan juntas estas dimensiones, imaginemos a una persona enfrentando una situación de estrés. Desde la facticidad psicofísica, este estrés afecta tanto su cuerpo (quizá sufre de insomnio o tensión muscular) como su mente (pensamientos de preocupación o ansiedad). Sin embargo, su dimensión espiritual le ofrece una herramienta poderosa para responder a esta situación: puede buscar sentido en lo que está viviendo, ver el desafío como una oportunidad de crecimiento y encontrar fuerza en sus valores y propósito de vida.

Al integrar sus dimensiones, esta persona puede adoptar una perspectiva más equilibrada. Puede cuidar su cuerpo mediante el descanso y el ejercicio (dimensión biológica), hablar de sus emociones con amigos o un terapeuta (dimensión psicológica) y, al mismo tiempo, encontrar un propósito o lección en el reto que enfrenta (dimensión espiritual). Así, todas sus dimensiones trabajan en conjunto, y la persona experimenta su vida como una unidad en la multiplicidad, logrando un equilibrio interno que le permite avanzar con sentido.

Conclusión

En resumen, Viktor Frankl nos invita a ver la existencia humana como una combinación de:

• Facticidad psicofísica: Nuestra realidad física y psicológica, que incluye el cuerpo y la mente, y nos permite funcionar en el día a día.
• Existencia espiritual y noodinamismo facultativo: La dimensión espiritual que nos impulsa a encontrar propósito y significado, la cual nos hace verdaderamente humanos y nos permite decidir cómo queremos vivir.

Al combinar estos conceptos, entendemos que no somos solo seres físicos y psicológicos. A través de nuestro espíritu, tenemos la capacidad de trascender nuestras limitaciones y buscar un propósito que le dé sentido a nuestra vida. Este enfoque integral de la logoterapia nos permite vernos como un todo y, al mismo tiempo, valorar cada dimensión que nos compone.